He perdido la cuenta de los días en los que me siento feliz, contenta, afortunada, enamorada...
Todo comenzó un día de Septiembre, después de meses teniéndole junto a mi como amigo, no podía más, necesitaba un beso suyo, al menos intentarlo, por que... de no decirle lo que sentía por el... nunca sabría si podría haberle conquistado. Él... para mí en el fondo era un tanto inalcanzable, yo... una cría, cuatro años más pequeña que el, me sentía pequeña, una niña rubia que le admiraba, pero que nunca le conseguiría, por que el podría conseguir a chicas mucho más guapas que yo, de su misma edad. Pero no, no quería una chica de veinte años, me quería a mi, una rubia alocada de dieciséis, que ve la vida desde un ángulo positivo, canta bajo la lluvia, se ríe constantemente, es feliz y contagia esa felicidad. Llegó el primer beso, y así... empezamos a construir una historia, sólida. Hemos pasado por buenos y malos momentos, pero nunca, repito, nunca, me he sentido decepcionada, el consigue sacar a la luz lo mejor de mi, consigue que nunca me de por vencida, que sea constante, que luche por lo que quiero. Me enamoré de el, desde el primer momento, y... a pesar de la distancia, fijamos un día, el Domingo, como nuestro día. Hoy... es Domingo, faltan horas para verle y estoy nerviosa, corro de un lado a otro, me rizo el pelo, me lo aliso, ¡dios!, quiero que me vea perfecta, con ese vestido que le quite el aliento, con esos zapatos vertiginosos, con ese recogido... quiero verle, por que... en el instante en el que le veo, corro hacia el, le miro, y le beso, pasamos una tarde romántica, de vez en cuando intento enfadarme con el, pero me es imposible, sabe que soy incapaz, que le quiero, que estoy loca por el, y que en cinco minutos como máximo volveré a estar abrazada junto a el. Odio cuando llega el momento de la despedida, ese momento en que me deja en casa, nos besamos con pasión, como si no hubiese mañana, y le susurro al oído 'Solo un minuto más', y son varios minutos... Antes de irme, ya pienso en el próximo domingo, y... automáticamente sonrío. 

¡Buenos días!, estamos a Domingo, y no... no escribo para contaros que para mí hoy es el mejor día de la semana, eso lo haré en otra entrada. Este post, es por que desde este gran blog me han premiado. Quiero dar las gracias a todos los que leéis mi blog, a los que comentáis, seguís, y participáis. 
La idea de crear un blog surgió el año pasado. Comencé a escribir cosas personales, de amor, para mí, participé en algún que otro concurso y los gané todos, así que, aquí estoy, con este blog, expresando mis sentimientos, y haciendo lo que más me gusta, escribir.
Muchas gracias a http://021409.blogspot.com/


Y... aquí hay unas reglas. ¡allá vamos!

Aquel día de marzo, mi vida cambió...
Pasaba a enamorarme, a hacerme grande ante los ojos de los demás, pero lo cierto es que cuando estaba junto a el, me sentía pequeña, pero el me protegía, me aseguraba que esto era amor, amor auténtico, y yo... le creí, abandoné mis miedos, los dejé a un lado y me embarqué en un viaje, en una relación que cambiaría mi vida, mi forma de ser, de opinar, de creer, de no creer...
En esta historia como en todos los comienzos, todo era perfecto, no podía encontrarle ni un solo defecto, tal vez por que el ser humano es así, camufla sus defectos, hasta asegurarse de que la otra persona permanecerá a su lado, entonces si, es en ese momento cuando nos mostramos al natural, tal como somos.
Yo nunca le he ocultado nada de mí, es más, desde el principio le he dicho como era, mis problemas, mis defectos, mis miedos, mis inseguridades... estaba cambiando, me convertía en una chica mala, en esa chica que se enfrenta a los problemas, e incluso los busca, no me importaba nada, solo él, le estaba queriendo de una forma irracional, dejándome atrapar en cada beso, en cada palabra, en cada mirada, pero todo lo que sube acaba bajando, y yo, me caí, sin paracaídas, de aquella nube de algodón en la que estaba colgada, regresé a la realidad, a la dura realidad, donde me acompañaron lágrimas incesantes, entré en un circulo vicioso, donde estábamos nosotros dos y nuestros problemas. Estaba enamorada, tenía una venda que me cubría la mirada, y después de engaños, secretos y mentiras conseguí retirarla, y mi mirada, que antes desprendía brillo, fuerza, energía se había consumido como una cerilla, durante meses no pude enfrentarme a nadie, me sentía más pequeña que nunca, sentía que mi vida no podría tomar su curso normal sin él, pero dos años más tarde... vi que tal vez el destino me haya hecho pasar por ahí, para darme cuenta de como soy ahora, de todas las cosas que me han pasado, por las que he pasado, hasta encontrar al chico de mi vida, y tener una personalidad sólida. Por eso... es posible encontrar el amor dos veces, el ser humano está preparado para todo, es una cuestión moral, que debemos plantearnos. ¿Enamorarse de nuevo es posible?, ¿Es una traición hacia la otra persona?.

Y todo es como antes, como me prometiste, aquel día de septiembre.. a esas horas de la noche, yo, tímida, quería besarte, pero tenía miedo, de que no quieras nada conmigo, de enamorarme, de caerme, de llorar...
Pero no, tu cambiaste las cosas, el rumbo de mi vida, me prometiste que todo iría bien, que pasaríamos días buenos, días no tan buenos, pero que ahí estarías, para todo. 
Han pasado días, y hoy, me paro a pensar, ¿por que yo?, tengo mil y un defectos, y no te has cansado de esto que tenemos, te gusta hablar conmigo cada día, verme todos los fines de semana, como me has prometido, desde hace cuatro meses. Y hoy, justo hoy que hacemos cuatro meses, lo tengo claro, TE QUIERO. 
Cuando estoy junto a ti, sacas al exterior toda esa magia que un día perdí, me ayudas a recuperarla, me haces soñar, me haces volar, sentir que tengo el mundo ahí abajo tirado, que nosotros tenemos el mundo para nosotros. Cada domingo, estoy nerviosa, impaciente por verte, me tropiezo por casa, corriendo, en busca de esa chaqueta que tanto que gusta que me ponga, en busca de ese vestido que tanto te gusta... es verte y solo pensar en besarte. 
Me haces tan feliz... han pasado cosas malas, pero las hemos superado juntos, como debe ser, y nada influye, lo tengo claro, me da igual que otros estén interesados en mi, yo solo quiero a alguien, y ese alguien... eres TÚ.
Por que solo tu sabes hacer que me ria de esa forma, solo tu sabes hacer que se me pasen los enfados, solo tu eres capaz de hacer que esté pensando el día en ti.
Quiero algo más que cuatro meses, quiero medio año, un año, dos, tres, cuatro... quiero verte por las mañanas, verte sonreír, dormir contigo, que me digas que te vas a trabajar, y yo... con una sonrisa y un beso despedirte, mientras me peino para ir a clase, quiero tener algo en común, quiero que algún día, si todo esto sigue como hasta ahora, tenerte para mí, nuestra casa, nuestra habitación, nuestra cama... donde me des todo lo que te pida, donde me dejes darte todo lo que tengo, y no lo que no tengo, donde pasen esas cosas, que ahora pasan en la playa, en tu coche...
Donde te pida que me beses, que me hagas un chupetón, que me quites la camiseta, que te quite los pantalones, que... que hagamos de todo...
Quiero un TODO contigo.

Y en esta vida las decisiones personales son las más difíciles, las que debemos tomar en un tiempo límite, las que debemos tomar con el corazón, con la cabeza, con el alma. Me recuerda a un árbitro, si, esos personajes, vestidos de negro, que juegan un papel de Juez y Verdugo, juzgan y sentencian, y saben que una de las dos partes estará en contra, pero se arriesgan. Y es lo que yo he hecho, arriesgarme.
Me quedo como estoy, si, tengo un novio al que hace más de un mes que no veo, pero... ahí está la esencia, ahí está la prueba, de que le quiero, de que me quiere, de que esto tiene futuro, de que luchamos, de que no nos rendimos. Y yo... lo voy a dar todo por el, hasta que no pueda más, pero por ahora, tengo cuerda para rato.
Y... por fin todo vuelve a la normalidad, mañana vuelve todo a ser como antes, llevo 1 mes sin sus besos, sin sus abrazos, sin sus Te quiero, sin sus risas, sin poder revolverle sus rizos... y... creerme, mañana, lo primero que haré será mirarle, de arriba a abajo, admirando sus ojos, su nariz, su sonrisa infinita, sus labios, su cuello, su cuerpo... acercarme a el, lentamente, susurrarle al oído cuanto le he echado de menos, y besarle, por fin...
Por que se que todo tiene una razón, las cosas pasan por algo en esta vida, y el es lo mejor que me ha pasado.
Esté donde esté con el, para mi es un paraíso, nuestra playa, esa playa en la que me dice cada semana que me quiere, que soy suya, que quiere que sea suya siempre, que soy todo lo que el quería, esa playa donde pasan cosas, que solo el y yo sabemos... ese paraíso nuestro...




{Y bueno... esta foto es mía, nuestra playa, la entrada anterior, al igual que todas las demás es real, y... como veis... ¡he decidido!, no puedo vivir en un pasado permanente, y ahora estoy perfectamente con él.}

Y ahora lo tenía claro, tenía que seguir luchando, por el, para demostrarme que había cambiado, no era la misma niñata de hace un par de años, pero hoy he ido a buscar el correo, como todos los días, pero algo cambiaba, una carta con una pequeña tarjeta: 'No seas impaciente, abre la carta en casa, relájate en la bañera con tus sales de vainilla'. ¿Impaciente?, ¿Vainilla?, esa persona me conocía... así que, seguí las ordenes, y aquí estoy, en la bañera, abro la carta y... 'Han existido dos yo... yo A, yo B... yo A, quería quedar contigo, desde el primer día que lo dejamos, abrazarte, decirte de todo, lo mucho que te quería, estar a tu lado, reirme contigo, susurrarte cosas... volver a ser feliz... pero yo B dijo, BASTA, SÉ FUERTE, así que yo  A, se volvió diminuto, empequeñezio, y quedo en un punto Así que yo B fue feliz, siendo lo que intentaba ser... alguien feliz, que nada le importaba y vivir su vida... pero NO, no podía estar sin tí, no pude, nunca pude... '

En la primera página de nuestra historia escribíamos un futuro nítido, que parecía claro, sin obstáculos.
Parece que soy fuerte, dura, tenaz, pero no lo soy, es solo la impresión que quiero dar, es la única forma de sobrevivir en este mundo tan rápido, tan loco, tan interesado...
Necesito a alguien que me proteja, que me deje contarle que es lo que me intriga, lo que llama mi atención, mi curiosidad...
He estado esperando a que llegara esa persona, ese alguien, y... pensé que había llegado, pensé que eras mío, decías que sería eternamente tuya... se, que estar a mi lado no es fácil, lo he dicho muchas veces, hay pocas personas que sepan lidiar con mi temperamento, mi carácter, pero tu conseguías relajarme, hacer que cerrara la boca y que me callara las cosas malas de los demás, solo encontraba un problema, la distancia, esa vieja conocida mía, que consiguió que perdiese la paciencia y que dejase tirado al que creía el amor de mi vida hace dos años. Ahora vuelve, con más fuerza que nunca, intentando echarme un pulso, ¿quiere acaso el destino decirme algo?, Creo que si... que he entendido esta señal, esta sutileza, esta indirecta... Desde hace mucho tiempo cuando algo empieza a volverse turbio, difícil, me frustro, y lo dejo a medias, he dejado a medias muchas relaciones, pero nunca, repito, nunca, podre perdonarme el haber dejado a medias aquella relación, por dos semanas sin verle... no es justo, pensé que había cambiado, y aquí están, deslizándose por mi mente los mejores momentos con una persona que ocupa mi corazón, como si de un fotograma se tratase, avanzan rápidas, hasta pararse en una última imagen, los dos juntos, abrazados en la playa, en el momento en que le decía que el próximo fin de semana no podría verle, por compromisos míos, el me respondía cariñoso que no pasaba nada... pero entramos en territorio navideño, estas fechas en las que uno debería tener una agenda, por que parece ser que todos están ocupadísimos. Los días se transforman en semanas, las semanas han formado un mes. Pero... querido destino, quizás te interese saber que toda la fe que había perdido hace dos años, la voy recuperando poco a poco, falta poco para verle y... me basta pensar en uno de sus Te quiero, para saber que estoy tomando el camino correcto, la distancia es dura, cruel, atroz, despiadada... pero quiero superarla, demostrarme a mi misma, que no me doy por vencida, esa era mi antigua yo.

Todos queremos felicidad, nadie quiere sufrimiento, aunque sea solo un poquito, pero... no podemos pretender tener un arcoiris permanente en nuestra vida sin un poco de lluvia, sin un poco de dolor...